Tomar conciencia de la
responsabilidad de nuestros actos en lo que
respecta a las causas/efectos tanto en la sociedad,
nuestro entorno mas cercano o incluso en nosotros mismos de
nuestros actuar, nos dará la real y verdadera libertad que
el hombre
tiene y que por derecho humano le es propia.
Las acciones
humanas pueden ser guiadas por la
motivación, ordenes y por costumbres.
Estos tres aspectos del actuar humano tienen
relación directa con la libertad: por un lado los motivos
que me mueven a hacer cosas son libres: yo elijo lo que me gusta
o no; las ordenes que me son impuestas puedo o no cumplirlas, si
las cumplo soy libre por que mi decisión fue hacerlo, y si
no las cumplo también soy libre, por que también
fue mi elección.
En el caso de las costumbres, aunque son un poco
automáticas o respuestas casi autónomas ya que
están tan arraigadas en nosotros que ni siquiera pensamos
en ello cuando lo estamos haciendo, de todas maneras igual es
nuestra decisión libre el hacerlas o no como de
costumbre.
Todas las acciones del ser humano son libertarias debido
a que el elige o decide que y sobre que esta decidiendo, nada es
impuesto u
obligado, todo es elección, aun las cosas mas aberrantes y
que son impuestas bajo la presión
máxima, aun así esta la oportunidad de la
elección de lo que quiero hacer o siento en realidad en
ese momento.
Hemos hablado de lo que implica el vivir bien, la
libertad como arma implícita dentro de nuestras acciones
mundanas, la responsabilidad que tenemos como seres humanos sobre
lo que elegimos, pero aun no se ha dicho o mencionado el punto
clave del vivir bien o del buen vivir: "la vida humana
tiene sentido gracias a que esta presente el componente humano en
ella y de todas las interacciones que se van dando en función de
la convivencia de la sociedad".
Una persona para
tener un buen vivir este debe ser entre personas y no entre
objetos.
Por lo tanto, para vivir bien hay que tener claro que
las personas son parte fundamental de nuestra vida y que, por lo
tanto, se les debe dar un trato digno, teniendo claro que una
persona es parte de una cultura, posee
un lenguaje, su
personalidad
es distinta, como se dice en nuestra disciplina de
enfermería, no olvidarse del hombre
"Holístico", de esta esfera biosicosocial del ser humano,
en donde conforma un todo absoluto.
El vivir entre seres humanos significa conocer y
comprender en que consiste su cultura, el lenguaje
propio de cada grupo, tener
claro que todos somos distintos y que en esto es la gracia de la
vida: "la diversidad" de personas, de temas, de
mundos, que nos permiten interactuar, debatir, intercambiar
opiniones y pensamientos, etc. lo cual contribuye a enriquecer
nuestro diario vivir constantemente.
También es importante destacar que para la
convivencia humana sea positiva y contribuyente, cada ser humano
debe ser capaz de reconocer al otro como un ser único,
diferente de si mismo, y ser capaz de comprenderlo en toda su
dimensión, o mejor dicho, tener la capacidad y la virtud
de la Empatía, tan importante y arraigada dentro de
los conocimientos y las competencias de
que nosotros, como futuros profesionales de enfermería,
debemos tener tan claro y practicarlo al cien por ciento, para
dar el mejor cuidado a este hombre Holístico.
No hay que dejar de reconocer que en el buen vivir,
además de que exista el componente humano como parte
fundamental e imprescindible de la vida, también hay otras
cosas que hacen que el buen vivir sea algo mucho mas alcanzable o
realizable, como son las cosas materiales las
cuales, si bien no es lo fundamental y prioritario en el buen
vivir y tampoco hacen la felicidad de ningún ser humano,
nos dan mas tranquilidad en nuestra vida.
Debemos considerar el componente material como
complemento de las personas y no como fin de buscar felicidad o
que solo la alegría y gracia de la vida se encuentra en
ellas, ya que lo más bello de la vida es la presencia de
amor, lealtad,
confianza, armonía, etc. la cual solo es dada por los
seres humanos.
En nuestra profesión vemos el componente material
como complemento a nuestro desempeño, pero por sobre todas las cosas
lo mas importante es el influir sobre las personas y verlas como
un todo, siendo capaces de ser empáticos, para poder llegar
así a comprender que es lo que pasa en realidad con aquel
ser, para poder brindarle el mejor cuidado que podamos entregar,
y así contribuir a su recuperación tanto
físico, pero mas importante aun, espiritual.
Como seria bello poder llegar a tocar el alma de las
personas y darnos cuenta que contribuimos o ayudamos a sanar su
dolor y cerrar las heridas que tenían en su
alma.
La verdad es que le libro me saco
de la mecanización diaria en la que vivo y me hizo pensar
en cosas que realmente yo no pensaba o que ni siquiera me
cuestionaba, como por ejemplo el tema de la libertad.
Siempre me sentí presa de mis propias
responsabilidades en este mundo y no me sentía libre por
tener que cumplir en muchas cosas con una diversidad de personas
y además de todo dar cuenta de mis actos, pero lo que no
me daba cuenta es que en realidad esto lo hago libre y
concientemente, cosas que jamás me hubiese planteado de no
ser por la
lectura.
Creo que nos hace falta ser capaces de parar un poco el
torbellino que es nuestra vida, sentarnos a mirarnos a nosotros
mismos, ser sinceros con nosotros mismos y plantearnos estos
temas de manera seria y responsable, tratando de encontrar el
sentido real a nuestros actos, para si ser un poco mas felices en
nuestra vida y usar nuestra libertad de la mejor forma, de manera
de que sea utilizada en función de nosotros mismos, pero
de la manera mas constructiva posible.
Fernando Moreno Astorga
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